Maman Tantine

Tiene 36 años, cuatro hijos y... casi nada más.

Es la primera persona a quien saludo por la mañana y la jefa de la casa en mi ausencia.

Sus habilidades culinarias son las típicas de cualquier "maman" (apelativo generalizado para las mujeres) de aquí. Hasta hace poco, yo me tomaba con resignación el sota-caballo-rey de la comida congoleña habitual. Pero de un tiempo a esta parte me he decidido a introducir alguna variante para que el trío se convierta en quinteto o sexteto, con el consiguiente aumento de posibilidades combinatorias. Y esto ya es otra cosa. En sólo un par de intentos, Maman Tantine se ha hecho con la ensaladilla rusa (de patatas provenientes de Goma, que por aquí no se dan), con los espaguetis a la Tantine (con tomate y carne en tacos gordos) ¡¡y hasta con las croquetas!!

Yo la considero una rara avis por estos territorios. Es valiente, trabajadora, y no está dispuesta a asociarse a ningún marido que no tenga como prioridad cuidar de sus hijos (bastante escarmentada quedó ya con el suyo). Y eso aquí es muy raro: sacarse las castañas del fuego ella misma.

Aquí el tema del matrimonio tiene poco de romántico. Básicamente es un intercambio de intereses: la mujer busca el sustento económico y el marido, un ama de casa. Los dos: hijos. Nadie sabe vivir de otra forma, pero se diría que juegan en equipos distintos. Y yo hasta ahora sigo preguntándome quién empezó a defraudar antes al otro: los hombres querrían que las mujeres fueran menos materialistas y las mujeres desearían maridos más fieles.

1 comentario:

marisha boekstaaf dijo...

Aranchi!! Felicidades!!! Me gusta sobre todo como escribes. Tu visión es muy particular y nos puede abrir los ojos a muchos hacia éste lugar del mundo. Gracias por tu blog. Estoy espectante a saber más experiencias y, cuentanos todo!! Besos y cariños de marishi